"Atardecer en Roatán, contigo"

Hay algo mágico en los atardeceres…
Son como un susurro del universo diciéndonos que, a pesar de todo, el día valió la pena. Pero cuando estoy contigo, cuando tus ojos se reflejan en la luz dorada que pinta el cielo, ese atardecer deja de ser un simple paisaje… y se convierte en un momento eterno.

Sentados en la arena cálida de Roatán, con el sonido del mar acariciando nuestros pies y el sol escondiéndose lentamente en el horizonte, siento que todo tiene sentido. No existen las prisas, ni los miedos, ni las heridas del pasado. Solo existimos tú, yo… y este instante perfecto.

Ver cómo el cielo se enciende en tonos naranjas, rosas y violetas es como ver al mundo suspirar de belleza. Pero verlo contigo, a tu lado, es como ver al amor tomar forma frente a mis ojos.

Y en ese silencio compartido, en esa paz que solo se encuentra cuando el alma se siente en casa, entiendo que la vida está hecha de momentos como este: simples, pero inmensos… como el mar que nos rodea, como el amor que nos une.

Porque un atardecer en Roatán puede ser hermoso, pero contigo a mi lado… es infinito.